lunes, 9 de julio de 2012

Dramaturgos Alemanes

Friedrich Schiller

Hacia 1770, la Ilustración entró en Alemania en honda crisis; se abandonaron las formas racionalistas y surgió un sentido de entrega apasionada al instinto más ciego del espítitu. Es la época del Sturm und Drang, movimiento literario que tomó el nombre del drama de Klinger Tempestad y empuje. La figura más representativa de este movimiento fue Friedrich Schiller (1759-1805). Su temperamento tumultoso y apasionado encontró en el teatro su mejor forma de expresión, pero su obra abarca todos los géneros. Schiller fue autor de ensayos estéticos y obras históricas, y además un extraordinario poeta lírico; algunas de sus baladas y poemas, como El canto de la cmpana, figuran entre las composiciones más populares de la literatura alemana. El primer drama de Schiller, Los bandidos, encaja perfectamente en las actitudes del Sturm und Drang por sus efectos violentos, tanto en la acción como en el lenguaje; el autor manifiesta una posición revolucionaria: el sueño de una justicia pura, que lleva al bandizaje al joven noble Karl Moor. Ya en su madurez, Schiller escribió Don Carlos, drama en verso centrado en la figura del hijo de Felipe II, cuyo tema principal es la pugna contra el despotismo y el debate entre libertad y amistad. En los últimos años el siglo y de su vida (el escritor murió prematuramente en 1805), Schiller escribió aún varias obras: la trilogía de Wallenstein, María Estuardo, La doncella de Orleans y Guillermo Tell. Todas ellas son de tema histórico, más maduras y matizadas que su producción anterior, aunque el autor insiste en las mismas tesis: la dignidad del hombre y la libertad que da sentido a los actos humanos.

OBRAS:

·        Die Räuber (Los bandidos)
·         Kabale und Liebe (Intriga y amor)
·        Maria Stuart
·        Die Jungfrau von Orléans (La doncella de Orlean)


August Wilhelm Iffland
Nacido en Hanóver, el padre de Iffland deseaba que fuera religioso, pero este se decantó por los escenarios. En 1777 se trasladó a Gotha para adquirir formación artística; allí aprendió de actores como Friedrich Wilhelm Gotter, Heinrich Beck, Conrad Ekhof y Johann David Beil. En 1779 fue contratado por el teatro de Mannheim (Mannheimer Bühne). En 1782 interpretó el papel de Franz Moor en el estreno de "Los ladrones" (Die Räuber), de Friedrich Schiller. El propio Schiller alabó su actuación afirmando que "Alemania encontrará en este joven un maestro". Durante su etapa en Mannheim, ambos mantuvieron una estrecha colaboración. En 1786 fue invitado por el conde Luis a la corte de Saarbrücken, donde actuó con asiduidad; allí escribió algunas obras por motivos económicos. En 1793 entraron las tropas revolucionarias francesas en Saarbrücken, destruyendo el Komödienhaus y obligando a Iffland a marcharse. Iffland actuó en todos los teatros importantes del país. En abril de 1796 lo hizo en Weimar por invitación de Johann Wolfgang von Goethe; durante su estancia en la localidad turingia, Karl August Böttiger documentó cada actuación de Iffland en una monografía. Ese mismo año, aceptó una llamada para establecerse en Berlín y convertirse en director del Teatro Nacional de Prusia, situado en la plaza Gendarmenmarkt de la capital. En 1811, se le nombraría también Direktor der königlichen Schauspiele, máximo responsable de las obras representadas ante la realeza. Bajo su mandato, el teatro berlinés se convirtió en uno de los más importantes de Alemania. Iffland falleció el 22 de septiembre de 1814 en Berlín y fue enterrado en el Jerusalems- und Neue Kirche Friedhof II de Berlín-Kreuzberg.
Existe un premio conocido como Anillo de Iffland que lleva su efigie y que se entrega a los actores más importantes de lengua germana. También fue el primer hijo predilecto de Saarbrücken (1790) y tiene calles en su honor en Hamburgo, Berlín, Stuttgart, Mannheim, Hanóver, Ludwigshafen, Múnich y Gotha. Delante del teatro de Mannheim, una estatua de bronce le recuerda desde 1864.
OBRAS:
·         Verbrechen aus Ehrsucht
·         Die Jäger
·         Die Hagestolzen
·         Dienstpflicht
·         Die Advokaten

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